domingo, 5 de mayo de 2013

TRAS LAS HUELLAS DEL LOBO (I)




Hoy os vamos a hablar de uno de los viajes más impresionantes que hemos hecho, además se trata del primero que hicimos juntos. ¿Objetivo? Ver a un cánido alrededor del cual giran multitud de mitos y leyendas; un animal temido, odiado y perseguido por muchos, pero a la vez admirado, querido y defendido por otros: nuestro LOBO IBÉRICO (Canis lupus signatus).

Como sabéis, este animal ha sufrido una persecución tan implacable y despiadada por parte del hombre (ya desde la antigüedad, pero con mucha más eficacia desde hace unas décadas) que la superficie poblada por sus manadas se ha visto reducida espectacularmente.


A pesar de esta persecución ha encontrado un suspiro y una oportunidad para seguir viviendo en el Noroeste de la Península. Aún sigue corriendo con su bello y característico trote por los montes, sigue llenando el silencio de la noche con sus aullidos, sigue observando con sus dorados ojos lo que le brinda la vida, y sigue luchando para poder seguir aquí (aunque algunos no le dejen).

En este post no profundizaremos mucho sobre los aspectos que rodean a la figura del lobo (más adelante dedicaremos una entrada completa a este fascinante y enigmático animal), sino que os hablaremos de un sitio donde la presencia de este cánido nunca se ha dejado de sentir, donde la naturaleza aún nos regala la oportunidad de acercarnos a él: LA SIERRA DE LA CULEBRA, un paraje que nos demuestra que el lobo es compatible con la vida rural.

La Reserva Regional de Caza (RRC) de la Sierra de la Culebra fue declarada en 1973 y está situada en la provincia de Zamora, entre las comarcas de Aliste, la Carballeda y Sanabria. El 70% de los terrenos son montes municipales (la mayoría consociados y declarados de Utilidad Pública), un 20% terrenos agrícolas y el 10% restante pertenece a particulares o tienen carácter estatal. El hecho de que la mayor parte de los terrenos sean públicos (al contrario de lo que ocurre en famosos parajes como Andújar o Monfragüe) propicia que su gestión sea coordinada y acorde con los ecosistemas allí presentes.

Esta maravillosa reserva, que debe su nombre a la forma que dibujan sus caminos, parecidos a la de una culebra, nos ofrece una gran biodiversidad gracias a un mosaico heterogéneo, totalmente modificado por el hombre, en el que se mezclan robledales, pinares, brezales y lugares más humanizados como terrenos agrícolas. Como muchos sabréis, es allí donde se encuentra la mayor densidad de lobo de la Península Ibérica, lo que ha promovido que aumente mucho el ecoturismo en esa zona (a lo largo de los años, esperemos que el ecoturismo le gane ventaja a la caza; poco a poco).

Los municipios de la región donde se ubica la sierra siguen manteniendo la arquitectura tradicional en sus construcciones. Si visitáis la zona os recomendamos el pueblo, abandonado casi por completo, de Santa Cruz de los Cuérragos. Es una pasada y veréis el tipo de construcciones al que nos referimos.

Santa Cruz de los Cuérragos (18 de Julio de 2012)


Antiguamente en la Sierra de la Culebra se explotaban minerales como el hierro (al que le deben su nombre numerosos pueblos de la zona), la pizarra y estaño, pero hoy en día sólo quedan pequeñas serrerías en declive. El motor económico principal de la zona es la ganadería representada por ovejas (castellanas), cabras y vacas (en este orden de importancia).

Ovejas castellanas (agosto de 2007)

Entrando ya en temas cinegéticos, por los que la zona es ampliamente conocida, la caza mayor representa también un buen bocado económico para la zona. Los ciervos (Cervus elaphus) representan la mayoría de piezas. Son muy abundantes allí y se cobran piezas de las más grandes de Europa. Hace unas décadas esta especie desapareció de la sierra pero en 1972, un año antes de declararse RRC, fue reintroducida. La gran abundancia de estos animales, ligada al aumento de la cantidad de terreno arbustivo y a la depredación del lobo han relegado al corzo (Capreolus capreolus) a un lugar apartado en el pódium de los cazadores. Por las mismas razones los lobos han desviado su presión hacia los ciervos siendo ésta una de sus presas principales en la sierra, algo que contrasta con las dietas de otros lugares donde los estudios indican que su dieta está basada sobre todo en pequeños ungulados.

La caza del lobo también es muy importante, pues cada año se subastan algunas cabezas por las que se llegan a pagar miles de euros. Cabe destacar aquí que la caza del lobo requiere de un gran talento, destreza e intrepidez por parte de los cazadores ya que el método empleado es el siguiente (veréis, veréis qué jodido es cazar a una bestia semejante):

1.- La guardería del parque deposita en el lugar donde se realizará la espera una cabeza de ganado muerto.

Burro depositado en un sitio de espera (agosto de 2007)

2.- Este cuerpo se ata a algún sitio. No vaya a ser que los cánidos se lo lleven. Los muy pillines.

3.- El cazador se esconde, junto a un guarda de la reserva, tras una pared hecha con ramas y vegetación.



Arriba: el escondite desde donde se realiza la espera. Abajo: las vistas desde el escondite (julio de 2007)


4.- Cuando los lobos llegan a la carroña, el guarda le indica al valiente y heroico cazador su víctima.

5.- Tras toda esta aventura llena de altercados y dificultades (¡a la vista está!) el cazador por fin puede hacer alarde de su puntería

Hablando seriamente, aunque no nos guste ni un pelo, vemos esta práctica algo quasi necesario dado que sin este tipo de ¿controles? se daría pie a la caza furtiva con lo que los lobos aún quedarían más desprotegidos de lo que están. Sin embargo he aquí una propuesta razonable, a nuestro parecer: ¿Cuánto mejor sería cambiar este modelo, anclado en el pensamiento retrógrado y la sed de sangre de unos cuantos a los que les pone darle al gatillo, por un modelo menos agresivo con la naturaleza? Un cazador puede pagar miles de euros por una cabeza lobuna, pero ¿nosotros y cuántos más pagaríamos, digamos, 100€ por echar una buena foto a uno de estos bichos con el mismo método antes descrito? Con la diferencia de que puedes rentabilizar cada animal, puesto que no te lo cargas después de un único “disparo”.

Esperamos que con esto conozcáis un poco más de cerca todo el entorno de la Sierra de la Culebra. En la próxima entrada os contaremos cómo fue nuestra primera experiencia juntos en busca del lobo, en julio del año pasado. Los bichos que vimos, lugares que visitamos, y esas cosillas. ¡No os la perdáis!


Vistas de la Sierra de la Culebra, escenario de la próxima entrada (20 de febrero de 2013)


Fuentes:

http://www.jcyl.es/web/jcyl/MedioAmbiente/es/Plantilla100/1181826824405/_/_/_

E. Arberas Mendibil, A. Onrubia et al. "Alimentación del lobo en el territorio histórico de Álava y áreas limítrofes del norte de Burgos." - Póster en el III Congreso Ibérico del Lobo.

1 comentario:

  1. Hola!!! Podría contactar de alguna manera con los autores de este blog??? Saludos!!

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